EDUARDO MARCUZZI

El Universo

Animado

Dedicado a todas aquellas mentes inquietas que supieron
cuestionar dogmas, derribar ídolos y destronar verdades establecidas



Introducción
La palabra griega physis significa “aquello que crece”. En tiempos antiguos, “naturaleza” se refería a los materiales, las características, las propiedades y el espíritu de las cosas. Todo lo referente a la Madre Naturaleza fue llamado por el filósofo griego Thales, physiología.
La historia de esta filosofía natural podría ser rastreada hasta la época del hombre paleolítico de hace por lo menos 25 mil años, cuyas pinturas rupestres contenían significados mitológicos, astronómicos y matemáticos.
Desde entonces la cosmovisión animista del universo evolucionó en todas las culturas y se trasladó a las tradiciones orales y escritas de los pueblos más antiguos de todo el mundo.
En Europa, después del Renacimiento, la physiología comenzó a desintegrarse en distintas especialidades. Primero sobrevino la división básica entre materia y espíritu a lo que siguió la separación entre ciencia y magia.
Con Newton, se inició el desarrollo de un paradigma de universo mecánico, y por lo tanto de una naturaleza compuesta por materia que está muerta.
Según Ralph Abraham, se formaron dos corrientes de pensamiento: vitalistas y fisicalistas. Del vitalismo se desprendieron ciertas corrientes herméticas incluidas magia, astrología y alquimia. Del fisicalismo evoluciona el organicismo, luego el holismo y la teoría general de sistemas; el vitalismo evoluciona a través de la hermenéutica dando lugar a la psicología social y a la filosofía de Kurt Lewin llamada investigación activa, esta última tiende a fusionarse con la teoría general de sistemas y reparar la ruptura entre fisicalismo y vitalismo, para generar desde la ciencia un nuevo paradigma dentro del árbol del conocimiento
La concepción de que vivimos en un universo inorgánico en el cual la vida es una rareza, ha comenzado a resquebrajarse.
Un nuevo paradigma está surgiendo en el ámbito de las Ciencias Naturales, una cosmovisión abarcativa de un universo orgánico dentro del cual la vida y la conciencia son imprescindibles para la dirección y sentido universales.
 En el marco de esta cosmovisión, desentrañar las leyes de la evolución es acercarnos más que nunca a poder aprehender cabalmente el sentido de la existencia y el conocimiento del mundo que nos rodea.
Sin este salto cualitativo en nuestra comprensión del mundo, será muy difícil revertir el desastroso impacto que las sociedades tecnocráticas le están imponiendo a la biósfera.
Una cosmogonía biocéntrica permitirá re-ligarnos a la Naturaleza, comprender e interpretar sus leyes, para finalmente construir una sociedad que co-evolucione con su mundo.

De otra manera el futuro de la raza humana se inclina hacia una lenta agonía que puede conducirnos a la extinción.


INDICE
Introducción
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Desantropomorfizándonos
Despedida


Contacte con el autor: eduardomarcuzzi@yahoo.com.ar



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